Desde varias partes del país llegaron personas a ver a esta increíble banda, que definitivamente nos trajo más que un concierto una experiencia. Con un aforo bueno para la fecha y para ser un martes fue una increíble velada.
Desde el inicio la atmósfera sonora es única, definitivamente no es comparable con ninguna otra banda que nos podamos encontrar y es que no es para menos, la banda de Les Claypool tiene un sonido único, con figuras rítmicas que danzan acompasadas con un espectáculo visual que sorpresivamente está completamente sincronizado con la música.
Tres bajos uso Claypool en esta ocasión, sus Carl Thompson (el primer luthier en hacer un bajo picolo y un fretless de 6 cuerdas) de 4 y 6 cuerdas, además de un contrabajo baby que conectado a todos lo efectos que ya tenemos consciencia de escuchar hacen que la experiencia sonora sea aún más fiel para la banda.
Sin duda son unos músicos de alta categoría y aunque no es una banda para todas las personas, si es una de las mejores bandas que se pueden ver en escena, para mi fue más allá de la música, es una conexión con un universo paralelo, con una consciencia diferente a la que están acostumbrados nuestros sentidos.
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