En la actualidad del cine masivo, donde las precuelas y las secuelas están a la orden del día, pocas películas mantienen su encanto y transforman su simpatía para convertirse en un producto que comercializa juguetes o pierda sonrisas con la audiencia que ya habían cultivado. Afortunadamente, donde la repetición de la fórmula se convirtió en un paisaje, los directores Jared Bush y Byron Howard le dan a Zootopia 2 muchas razones para existir.
Una nueva aventura
En esta nueva aventura, La coneja Judy Hopps (Romina Marroquín Payró) y el zorro Nick Wilde (René García) se han pasado al lado de la ley porque han ingresado como agentes de la policía de Zootopia, la ciudad de animales parlantes en la que en principio son vistos como un ejemplo de convivencia entre seres diferentes.
Sin embargo, tras una primera misión contra unos traficantes en la que se toman varias atribuciones e inicia una serie de homenajes a películas de detectives de los 80’s como 48 horas (1982), la saga de Arma Mortal (1987), o la mismísima The Naket Gun (1988), entre otras, entrega una atmósfera acorde para arrancar la película de manera atractiva, donde los personajes enfrentan una serie de dificultades donde recuerdan que las cosas no salen de acuerdo con lo previsto y por esto, son degradados por su jefe Bogo (Octavio Rojas) y enviados a una suerte de grupo de autoayuda para duplas.
Una buena segunda parte
Zootopia 2 mantiene el carisma de su primera parte y se adentra en mensajes pertinentes sin caer demasiado en lo infantil, con personajes que se van perfilando, sin presentar algo novedoso, pero firme en lo que necesita para sus subtramas, dejando una vez más el eje de la historia en Judy y Nick, que con más referencias a cintas como Casino Royale (2006) o la mismísima El resplandor (1980), van encontrando una mejor forma, con un ritmo ágil, inteligente y entretenido para muchas audiencias.
Buenas referencias
Un villano del corte y los movimientos de personajes tan potentes como Brian Cox interpretando al patriarca de la familia Roy de la serie Succession (2018), le entrega una referencia más, sin saturar el humor o las secuencias de acción, entreteniendo a los chicos, proponiéndoles algo de fondo a los más grandes, desarrollando desde la investigación de los protagonistas y desde los varios tipos de animales que habitan Zootopia, el mensaje de mirar más allá de las diferencias, donde todas las personas pueden estar en convivencia dentro del mismo espacio sin destruirse unas a otras.
Una película que se mantiene
La película nunca cae en una desafortunada narrativa cortada que da vueltas en círculo para darle más metraje como en Moana 2 (2024), o por cortos momentos como en el live action de Lilo y Stitch (2025), arriesgando a que la historia continúe y se desarrolle, encontrando gratas sorpresas en sus nuevos personajes, no solo un relleno para tener la excusa de hacer más películas, con dos puntos de giro que demuestran que no todo puede ser mejor en una utopía llena de animales que se entienden entre sí, pero la corrupción de una administración racista y xenofóbica no se los permite, con muchas similitudes de la realidad que fuera de Zootopía 2 se ven.
Hace un buen tiempo Disney no era capaz de una historia mejor estructurada, con personajes pertinentes sin olvidar los anteriores, aquellos con profundidad en la construcción de sus problemas psicológicos que con buen humor son capaces de sacar a la luz, que construían empatía con el público, por supuesto con la atracción mediática que causa Shakira como la estrella pop Gazelle, que interpreta lo que prácticamente se ha convertido en un leit motiv de la cinta: Zoo, pegadizo tema escrito por Ed Sheeran.
Conclusión
Aunque el mensaje político y social de la película es latente, no es su prioridad, pero se agradece que Disney de nuevo se arriesgue y quiera decirle algo más a su masiva audiencia con personajes llenos de bien y de optimismo como la Serpiente Gary, una víbora macho que recuerda que todo puede ser posible sin lastimar a otra persona y hacer lo correcto. En ocaciones parece más dificil hacer el bien, pero vale la pena para sí mismo y todo quien esté alrededor.
Zootopia 2 no va a cambiar la historia de la animación, pero si es una segura candidata a futuros premios por su impecable trabajo en pantalla. Además, la casa del ratón no va a perder la oportunidad de proponer nuevas entregas con la franquicia, pues en los postcréditos deja claro que habrá una Zootopia 3. Si son capaces de proponer otra buena historia llena de matices, mensajes y de esperanza en que hacer el bien funciona para todos, contarán con mi atención. Juzguen ustedes.
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