La llegada a la luna en 1969, en el contexto del afán de la carrera espacial entre Estados Unidos y Rusia, es el marco de una apasionante historia dirigida por el director estadounidense Greg Berlanti, que tiene en su historial series como Flash o Arrow, aquí demuestra una gran dirección, alejado de la acción para lograr, para mí, una de las mejores sorpresas del año, basada en la historia real de Bill Kirstein y Keenan Flynn.
La otra cara de la luna llega a las salas de cine con rostros conocidos como el de la contundente y talentosa Scarlett Johansson (Kelly Jones), experta en marketing que es contratada por la NASA para trabajar junto a Cole Davis (Channing Tatum), director del lanzamiento para que la misión del Apolo 11 lleve exitosamente a la humanidad a la luna. Entre la tensión de la misión lunar que enfrenta Estados Unidos contra la Unión Soviética, la Casa Blanca considera que esta misión es demasiado importante para fallar, por lo que se les ordena la crucial tarea de organizar un alunizaje falso como plan de respaldo.
La otra cara de la luna logra una comedia romántica adulta, combinada con thrillers relacionados con lo que pudo pasar alrededor de uno de los acontecimientos más televisados en la historia, de manera tan intrigante como interesante. Scarlett Johansson logra una interpretación brillante, y su personaje, aunque se mueve en lugares comunes dentro del género, deja una actuación tan convincente como cualquiera de sus mentiras. Channing Tatum queda en deuda para mí, ya que, si no fuera por Johansson que también impulsa su personaje, no hubiera encontrado una fuerte recordación, así sea clave en la narrativa.
Los encuadres del director de fotografía polaco Dariusz Wolski le dan fuerza y gracia a esta película bellamente ambientada en los sesentas, con una sincronía de la destacada dirección de arte y la música de Daniel Pemberton, sin dejar de lado el buen diseño de vestuario, que hacen de La otra cara de la luna una película más inteligente de lo que se cree, así tenga artilugios como el gracioso personaje del director de cine dentro de la cinta, Lance (Jim Rash), o la aparición de un gatito, que resulta graciosa y refresca la narrativa.
Uno de los actores claves en La otra cara de la luna es Woody Harrelson, para quien este tipo de personajes están en su ADN, lo que es evidente en la serie de HBO: White House Plumbers (2023), que nunca desentona como el perfecto funcionario del gobierno que se mueve entre sombras que les inyecta suspicacia a los acontecimientos.
En una premisa que hoy sería tan ridícula como estadounidense como evitar que la luna fuera comunista, La otra cara de la luna ofrece una película fresca, entretenida e inteligente que, en su carácter romántico, no pierde su fuerza dramática, con buenos momentos llenos de humor que dan como resultado una buena película que se deja disfrutar sin vacíos argumentales y con buenas actuaciones.
Disfrute de este episodio de la carrera espacial de dos horas y once minutos, un romance nutrido de tramas, de sonrisas y de la luna, producida por su protagonista, la talentosa y versátil Scarlett Johansson. https://www.youtube.com/watch?v=os03F_DnfxE
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