Seis largos años de espera tuvimos que vivir sin ver a Coldplay en vivo. El 13 de abril, el estadio El Campin se vistió de colores y patrones psicodelicos para recibir a una de las mejores bandas del mundo con un show calificado como de los más sorprendentes conciertos en vivo.
Todo empezó muchísimo antes de la apertura de puertas, a las 2:00 am ya habían personas haciendo fila para poder obtener un buen lugar en sus localidades. El clima no ayudaba mucho, y la predicción meteorológica no era nada esperanzadora, pues había una probabilidad del 100% de lluvia. Milagrosamente, casi como si el cielo “lleno de estrellas” hubiese escuchado los pensamientos de todos, la lluvia nunca llegó, sólo unas pequeñas gotas que refrescaban a la multitud y el show se pudo llevar a cabo en completa normalidad. A medida que avanzaba el día, la ansiedad de los fanáticos por ver el show aumentaba. En los al rededores del estadio, se presenciaba una inmesa ola de gente, que se distinguía a distancia por llevar en su atuendo, camisetas, gorros, bandanas, banderas, entre otros, referentes a la banda. En los rostros de aquellas personas, se evidenciaba una emoción tan particular que, personalmente, conmovió mis fibras internas, y lo más raro aún era que esto era sólo el comienzo.

La puertas se abrieron a las 3:00 pm, había una fila de dimensiones exhorbitantes en cada una de las localidades, el ingreso fue rápido y sin inconvenientes gracias a Ocesa, quienes fueron los encargados de toda esta magnifica producción. Al momento de poner un pie sobre la cancha y subir la mirada hacia el escenario, las palabras se quedaron cortas, el aliento se enmudeció y la adrenalina incrementó a un punto que solo puede entender un verdadero seguidor de Coldplay; y es que habían colores por todas partes, globos, mandalas y flores que adornaban el lugar y cada instrumento, haciendo que cada pequeña y grande cosa se viese como si proveniera, literalmente, del videoclip de “Hymn for the weekend”.
Después de mucha espera, y de un día con clima volátil, apareció en tarima la primera artista invitada, “Elsa y Elmar”, quien muy puntual llenó Bogotá de sonidos pop independientes y alternativos. Un gran tiempo después, de una manera muy particular, se alistaba en camerinos “Lianne La Havas” con su asombrosa banda, saltaban, caminaban de un lugar a otro y se reían, tal vez nerviosamente, antes del show. Al cruzar el camino desde el backstage hasta el escenario, la banda saludaba a algunos periodistas y amigos quienes les deseaban un buen show, y así fue. No cabe duda de que “Lianne La Havas” enamoró por completo al público colombiano con su sobrenatural voz, su carisma y su gran esfuerzo por hablar nuestro idioma.

A las 9:00 pm, la expectativa ya era demasiado alta, toda la multitud estaba aglomerada y nerviosa, todos sabían que se acercaba el momento de ver a su banda favorita, pero no imaginaban siquiera cómo sería su entrada al escenario. De un momento a otro, las luces se apagan y aparece en pantalla el patrón geométrico que tanto define a Coldplay con su nuevo álbum “A head full of dreams” una pista con una voz femenina hace los honores previos, motivos musicales de ópera llenan todo el estadio, creando una sensación de inmersión total por parte del público en disposición al show. Cuando el cue termina, Coldplay se hace presente en medio de ovaciones, lágrimas, banderas levantadas y mucha emoción, empiezan inmediatamente a tocar “A head full of dreams” la multitud estaba en trance, y con justa razón, pues Coldplay estaba dando de sí mismos el mejor show de todos, complaciendo a su público con canciones como “Paradise”, “Viva la vida”, “Clocks”, “Amazing Day”, “Birds”, “Every teardrop is a waterfall”, “Fix you”, “Yellow”, “Everglow”, “The scientist”, “Hero”, “Adventure of a lifetime” (donde Martin le pidió al público que se agachara y saltara con todas sus fuerzas en el coro de la canción) y peticiones especiales como “Sparks” y “See you soon”.
Se acercaba el final del concierto y sin duda, uno de los momentos más emotivos para todos los asistentes fue cuando Chris Martin se puso la camiseta de la selección Colombia con su apellido en la parte trasera, se paseó por todo el escenario con ella e invitó a la banda a tocar en la parte delantera de la pasarela con el fin de que los fanáticos que estaban en localidades lejanas pudiesen verlos más cerca, “We’ll get closer ‘cause we love you all” afirmó Martin. Finalmente, la canción con la que cerraron este increíble show fue “Up & Up” acompañada por millones de papeles de colores en forma de estrella y fuegos artificiales que creaban una atmósfera casi mística y que marcaron un hito en la historia de los mejores conciertos en Bogotá, donde ahora Coldplay hace parte principal de la lista.

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